Los coches eléctricos son parte del pasado, el presente y el futuro del sector de la automoción. Por ese motivo, hemos querido dedicarles este artículo en el que hablaremos a fondo de ellos, pasando por su origen y sin olvidarnos de sus ventajas y desventajas principales.
Según Europapress, las matriculaciones de vehículos eléctricos en España fueron de 12.293 unidades en 2019, lo que supone una subida del 50% en comparación con el ejercicio anterior. Sí, sí, ¡el doble! Y 2020 va en camino de registrar datos similares.
A propósito, ¿qué tal se te da la historia? Contarte el funcionamiento y las ventajas y desventajas de los coches eléctricos sin antes hacer un repaso por sus inicios no tiene mucho sentido, ¿no crees? ¡Pues vamos allá!
¿Sabías que los primeros coches que se inventaron fueron eléctricos?
Pues sí, fue entre 1832 y 1839 cuando el empresario y químico escocés, Robert Anderson, inventó el primer coche (en forma de carruaje) equipado con un motor eléctrico que, alimentado por una pila no recargable, alcanzaba los 6 km/h.
Tal innovación no llegaría a España hasta 1899, cuando el empresario e ingeniero militar valenciano, Emilio de la Cuadra, lo desarrolló, aunque el coche eléctrico en cuestión tan solo tenía una autonomía de 4 o 5 kilómetros. El vehículo eléctrico estaba en constante evolución. De hecho, ese mismo año, el piloto belga Camille Jenatzy alcanzó la velocidad máxima de 105 km/h con uno de ellos.
Seis años más tarde, la marca suiza Tribelhornlanza sacó autobuses de turismo eléctricos con una autonomía de 60 a 100 km con una velocidad máxima de 25 km/h.
En pleno auge de los coches eléctricos, ya en 1911, Thomas Edison inventó nuevos modelos de baterías recargables de níquel y hierro que permitían una mayor autonomía y velocidades de hasta 130 km/h. Parecía que los coches eléctricos iban convertirse en una auténtica revolución, pero el cuento no acabaría en “final feliz”.
La llegada de la industrialización y la introducción del motor de arranque para los coches de gasolina en 1912 por Henry Ford tuvo muchísimo éxito, pues conllevó una reducción en los costes de fabricación y permitió una mayor autonomía. Tras esto, los coches de combustión interna se impusieron.
No fue hasta 1970, en tiempos de la crisis mundial del petróleo, cuando los coches eléctricos volvieron a asomar sus faros, aunque en realidad no regresaron a boca de todos hasta 1996, cuando algunas marcas de automoción empezaron a comercializar sus coches eléctricos.
A partir de entonces la oferta y la demanda de los coches eléctricos no ha dejado de crecer (aunque sea a fuego lento), sobre todo como consecuencia de la crisis climática y la alta contaminación en las ciudades. Por ello, la industria de la automoción se ha visto obligada a sacar alternativas a los motores de combustión, y es en ese momento cuando la mayoría de las marcas han decidido empezar a apostar por la sostenibilidad y eficiencia sacando sus propios coches eléctricos al mercado.
¿Cómo funcionan los coches eléctricos?
¡Pasemos a la acción! Los coches eléctricos tienen como cualidad que su sistema de propulsión tiende a estar conformado por uno o más motores eléctricos que se alimentan de la energía almacenada en su batería recargable. Esa batería se recarga enchufando el coche a una toma de corriente y se puede autorregenerar por el propio movimiento del vehículo y aprovechando sus frenadas.
A continuación, te mostraremos los tres principales componentes que permiten que los coches eléctricos puedan circular:
- Motor eléctrico: en función del diseño del coche puede tener uno o varios y los hay de dos tipos: de corriente alterna y de corriente continua. El motor eléctrico es el encargado de transformar la energía eléctrica en energía mecánica, que es la que mueve el coche y también es capaz de recuperar energía que procede del sistema de frenada regenerativa. Dentro del motor encontramos el:
- Cargador: se encarga de absorber la electricidad (a través de una toma de corriente doméstica, una wallbox o un cargador rápido público) y de transformarla en corriente continua para que pueda almacenarse en la batería.
- Inversor: transforma esa corriente continua en alterna trifásica, que es la que usará el motor, el equipo de música, el cuadro de mandos…
- Controlador: regula la entrada de energía a la batería para evitar su deterioro y asegurar un correcto funcionamiento de la recarga.
- Batería: almacena la energía proveniente del cargador en forma de corriente continua para alimentar al motor. Es clave para la autonomía del coche. En el caso de que el vehículo tenga un motor de corriente alterna, la batería deberá estar conectada al inversor para que transforme la corriente continua tomada por el cargador en corriente alterna. Existen muchas baterías, pero las más utilizadas son las de litio-ion.
- Transformadores: principalmente transforman la corriente alterna en continua, que es la que la batería puede almacenar.
¿Cuáles son las ventajas de los coches eléctricos?
La ventaja más conocida de un coche eléctrico se encuentra en la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera gracias a su recarga a partir de energías renovables. Pero lo cierto es que tiene muchas más. Por ejemplo, estos coches también reducen la contaminación acústica porque el motor eléctrico es mil veces menos ruidoso que el de gasolina. Si te pasa por la espalda, ¡ni te enteras!
Aparte de esto, los coches eléctricos presumen de consumir menos, ser más eficientes y suponer un mayor ahorro. La eficiencia del motor de estos vehículos es del 90% frente al 30% de los coches convencionales.
En cuanto al ahorro, el mantenimiento de un coche eléctrico es mucho menor que el de un coche de combustión interna. Piensa que no requiere de aceite, de circuito de refrigeración, de bujías… ¡Ni de gasolina! Se acabó eso de desembolsar 60-100€ cada vez que quieras repostar.
¡Y no solo eso! Los coches eléctricos tienen la gran ventaja de lucir la etiqueta CERO de la DGT, lo que permite moverse y aparcar libremente por el interior de las grandes urbes en cualquier escenario de contaminación. ¡Adiós a las diferentes restricciones de circulación!
¿Cuáles son las desventajas e inconvenientes de los coches eléctricos?
Lógicamente no todo podía ser «de color de rosa», ¿no? Son muchas sus ventajas, pero también existen otros factores que hacen que los coches eléctricos no se impongan sobre los de combustión interna.
Por ejemplo, para viajes largos, hay que tener muy en cuenta la autonomía del coche eléctrico con el que se viajara. Hay algunos vehículos que no disponen de una autonomía superior a los 150 kilómetros, los tiempos de carga suelen ser lentos (entre 3 y 10 horas) y en España la red de carga, pese a que se está trabajando en ello, no es demasiado amplia y sigue siendo difícil encontrar puntos de recarga.
Por otra parte, si te gusta correr, los eléctricos flaquean un poco. Su velocidad máxima no suele ser muy elevada y el motor, al ser eléctrico, es casi insonoro. No nos vamos a engañar, los eléctricos son para los que prefieren la calma y la tranquilidad del silencio.
Otro factor negativo a tener en cuenta es el precio de las baterías. Son bastante caras (unos 5.000€) teniendo en cuenta que duran, como máximo, 7 años. Además, como última desventaja, debemos hablar del precio, ya que los coches eléctricos son mucho más caros que los convencionales.
¿Qué coches eléctricos se venden en España?
Llegados a este punto es normal que te ronde esta pregunta por la cabeza. Por suerte, este artículo pretende hacer honor a su nombre y, por esa razón, tenemos nuestro buscador listo y reluciente para que puedas ver, ordenar y configurar los coches eléctricos que están a tu disposición en el mercado.