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Renting: ¿qué es, cómo funciona y cuáles son sus ventajas y desventajas?

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Renting: ¿qué es, cómo funciona y cuáles son sus ventajas y desventajas?

Renting: ¿qué es, cómo funciona y cuáles son sus ventajas y desventajas?

Renting, aunque no deja demasiado margen para la imaginación, proviene de la palabra inglesa rent, que significa “alquilar”. Obedeciendo a esta lógica, el renting se presenta como la modalidad de adquisición de un vehículo creada para aquellos que desean conducirlo sin necesidad de afrontar su compra.

A diferencia de cualquier otra fórmula, el renting permite que cualquier usuario alquile y conduzca un vehículo durante un periodo determinado de tiempo. Aunque existen diferentes tipologías, generalmente todos los rentings cubren el mantenimiento, el seguro y los servicios necesarios para que el arrendatario pueda disfrutar del vehículo con la única preocupación de pagar las cuotas mensuales recogidas en el contrato del servicio.

En un principio esta forma de adquisición fue ideada para empresas, pero cada año gana más popularidad entre los particulares. Tanto es así que, según la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER), el año pasado se matricularon 302.902 vehículos mediante esta fórmula comercial, un 13,14% más que en 2018.

¿A qué se puede deber este incremento? Aunque nadie puede tener la respuesta a esa pregunta, en DriveK creemos que la inestabilidad política y económica del país y la gran preocupación del usuario por despreocuparse pueden jugar un papel fundamental aquí.

¿Todavía quieres saber más acerca del renting? Permítenos ayudarte enumerando algunas de sus principales ventajas:

  • Lo quiero... ¡Lo tengo!: puedes disfrutar de un vehículo durante el tiempo que necesites sin necesidad de afrontar un gran desembolso.
  • Ufff... Mejor no: aunque el renting fijo no lo permite, el flexible sí te deja alquilar un coche y devolverlo cuando desees sin pagar ningún tipo de penalización.
  • Vive tranquilo: el seguro a todo riesgo, los mantenimientos, la asistencia, las reparaciones y las averías nunca más serán tu preocupación.
  • Sin riesgo: al no comprar el vehículo, que se ocupen otros de los riesgos asociados a la propiedad del vehículo, la responsabilidad administrativa y civil, las posibles averías imprevistas, la obsolescencia, la reventa del vehículo cuando quieras cambiar de coche...
  • Y eso que me ahorro: la cuota del renting es puramente (y oficialmente) una renta de alquiler que no se contabiliza ni como activo ni como pasivo, por lo que te libras de que aparezca en el balance y evitas controlar el inventario.
  • Lo que ves es lo que hay: las cuotas mensuales no están condicionadas por las diferentes fluctuaciones de los tipos de interés.
  • ¡Y tan merecidamente!: el renting es un gasto fiscal deducible para cualquier empresa siempre y cuando su contratación esté destinada al uso profesional de la compañía arrendataria.
  • Pero... ¿Y dónde está “lo malo”? Como casi todo en la vida, nada es perfecto. No te pierdas algunas de las desventajas más destacadas del renting:

  • Sí... ¡Pero no!: el renting es un alquiler y, por lo tanto, el coche NO es tuyo, pertenece a la empresa arrendadora.
  • Este sí... Este no: aunque el mantenimiento del vehículo suele estar incluido en cualquier renting, no puedes elegir el taller al que ir en caso de necesitar asistencia.
  • Y así hasta China: todos (o prácticamente todos) los rentings te imponen una limitación de kilómetros que respetar, ya sea al mes o durante el total del tiempo que has alquilado el vehículo... Igual China pilla algo lejos.
  • Haz números: el renting está ideado para personas que quieren cambiar de coche cada tres o cuatro años y disfrutar de él sin ataduras y con todo incluido. Si tú intención es diferente... ¡Haz números!
  • Al final, para gustos los colores...
    ¿Y a ti? ¿Te convence el renting?

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